La poda no es solo una tarea de mantenimiento, es una verdadera inversión en la salud y la prosperidad del árbol. En esta nota, te mostraremos cómo esta simple acción puede transformar completamente un nogal, haciéndolo más fuerte, más bello y, lo más importante, más productivo.
Uno de los mayores beneficios de la poda es que contribuye al desarrollo de un árbol sano. Al eliminar las ramas dañadas, enfermas o muertas, permite que el nogal se concentre en el nuevo crecimiento. Esto resulta en un árbol más fuerte y resistente a enfermedades y plagas.
Al realizarlo de manera correcta mejoramos la estructura del árbol, lo que a su vez puede incrementar la producción de nueces. Al eliminar las ramas que se cruzan o que están demasiado cerca unas de otras, permite una mejor circulación de aire y luz solar, factores críticos para la producción de frutos. No solo estamos hablando de más nueces, sino también de nueces de mejor calidad. Al tener más espacio y recursos, el nogal puede enfocar su energía en producir frutos más grandes y sabrosos.
Un nogal bien podado es más fácil de manejar cuando llega el momento de la cosecha. Sin ramas que obstruyan el paso o que hagan difícil el acceso a los frutos, la recolección se vuelve una tarea mucho más sencilla y rápida.